Buscando Espontaneidad

renzoarbocco@gmail.com

jueves, 27 de diciembre de 2007

Tu lágrima

Una vez más vuelvo a ver brotar de tus ojos una lágrima,
es tan cruel y sincera, lo sé, y también sé que me causa tanto daño.

No cae sola, arrastra junto a ella tu amor por mí,
y lo más doloroso es que me lo dices, y también tus palabras me causan tanto daño.

Yo intento detener con mis torpes manos las lágrimas amenazantes,
pero se escurren por mis dedos y se esparcen por mis manos y me siento ahora bañado de culpa, y yo que pensé que tú me hacías daño.

Perdóname por hacerte sufrir, pero mírame, te acompaño en el dolor,
no estoy feliz por no hacerte feliz, si entendieras que eso me duele más a mí.

Escúchame, se que odias escuchar disculpas pero, discúlpame,
qué otra cosa te podría decir cuando estoy abatido por la tropa de tu indiferencia,
o cuando una huelga de tu boca me ha prohibido la entrada de cualquier beso.

Te amo, y se que hoy para ti no significa nada,
pero igual te amo, y no te olvides porque te sientes dolida,
no te olvides porque yo no me olvido, y si tú te olvidas, yo,
¿con qué me quedo de tu vida?

No hay comentarios: