Tu cuerpo tan lejos,
sereno a la distancia,
y tus ojos,
como luna llena,
no se mueven.
En ella te busco
y en ella te encuentro,
sereno mi cuerpo,
por tu ojos en el cielo.
Y tu cuerpo, tan bello,
distante de mis besos,
se pierde en el vacio,
dejando tan sólo,
la estela del tiempo,
que avanza sin detenerse
y se detiene con sólo verte.
Añoro el pardo de
tus ojos sinceros,
y el dulce
de tus besos tan tiernos.
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