Buscando Espontaneidad

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lunes, 21 de enero de 2008

¿Dónde se escondió?


Casi enredado en un delirio de sueños intenté recuperarme de la cama, sostenerme en las sábanas que se hundían y afrontarme a mi mismo en el espejo que quedaba a unos pasos.

El hombre del reflejo seguía siendo yo, no lucía distinto, y mis rasgos tampoco lo hacían. Mis ojos, la boca, la piel, inclusive mi nariz, todo era exactamente idéntico como la última vez que me vi, y aún así yo no lo podía creer.

Seguro de que en algún sitio se escondía abrí mi boca, mi lengua era casi la misma, aunque un poco más seca por el desierto de la noche, mis dientes lucían en orden y en el fondo todo seguía oscuro.

No la encontraba tampoco en el iris de mis ojos, aun abiertos como luna llena, y debajo del cabello seguían escondiéndose sólo mis entradas y una gota de sudor.

Sorprendido, y víctima de la incredulidad, me vi, por última vez, completamente el rostro, y todo seguía igual.

Sin embargo, les soy sincero, esa noche estaba tan enamorado. Y aun así, ¿Dónde se escondió el amor?

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