porque así me siento seguro,
porque la estela que dejan tus pasos
me llena de una tierna tranquilidad.
Tus ojos se llaman mis ojos,
tus manos; mis manos,
y tu boca, llena de tu voz,
es la palabra que me obliga a seguir.
Sigo caminando sobre tus huellas,
ellas siguen haciéndome sentir seguro,
no estoy solo, ni tú lo estás,
y aunque no hay caminos,
tú siempre sabes hacía donde marchar.
3 comentarios:
¿tu has escrito eso?
Si es así, es lo mejor que he leído tuyo.
te felicito!
¡Gracias anónimo! Entiéndase por el gracias que sí, yo lo escribí.
¡Gracias anónimo! tendré más cuidado!
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