Cuando te veo por las mañanas peinarte frente
al espejo, soy testigo de cómo los cabellos, atrapados en tu cepillo rosa,
lloran desconsoladamente intentando en vano cogerse de tu cabeza o de otro
cabello, pero el ineludible sino fatal los recoge en el frío mármol del
lavadero. Yo, desde la cama, entiendo la tragedia que sucede y los acompaño en
el dolor.
Cierro los ojos para intentar dormir pero en el
fondo de mi corazón se enciende un miedo diminuto que crece como un punto de
fuego en una hoja de papel. Todo se me revela como imágenes en un tul; el
exilio de tu cuerpo, la fatalidad de perderte, la tristeza inmensurable de que
algo así suceda y el frío en la cama…
Con una paz de niña sigues tú frente al espejo, en esa
danza monótona de las mañanas, sin ser consciente que todo mi universo se extinguiría si me
viera algún día lejos de ti.
1 comentario:
Me encantó!!! Te amo mucho!!!!
Publicar un comentario